miércoles, 12 de abril de 2023

Siendo ... CRÍTICA 📋

Hola flowercillos, 

creo que ser crítica 📋 es el rol que más me gusta de todos, aunque creo que esto ya se notó la primera vez que me tocó. Como ya sabéis me encanta discutir y ver diferentes puntos de vista con respecto a los temas que expongo, así que ¡animaros!

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Si habéis leído el apartado "Sobre mí🌸" sabréis que trabajo en un piso de protección de menores y, como se puede intuir, es el colectivo al que, ahora mismo, más considero que puedo aportar. Os cuento esto porque la crítica de esta semana va a ir orientada a los menores que se encuentran en Centros de Acogida. 

Para quien no lo sepa, un Centro de Acogida es, según la Real Academia Española, un centro destinado a alojar a personas sin hogar, con problemas graves de convivencia u otra necesidad urgente. Es cierto que existe un tipo de centro específico para menores en el que, al igual que en el resto, trabajan una serie de profesionales de diferentes ámbitos para suplir las necesidades de salvaguarda de los menores que ingresan en él. 

Fuente : Propia
Fuente : Propia
Una vez aclarado esto, quiero hablar sobre la multitud de sucesos que inundan actualmente los periódicos con respecto a estos menores que se encuentran residiendo en este tipo de centros y el aumento de agresiones que están apareciendo por parte de ellos a todos los profesionales que se encuentran en el centro trabajando. Sin ir más lejos, hace un par de días apareció una noticia en el periódico Hoy.es haciendo una denuncia con respecto a lo mencionado anteriormente. 








Quizás esperabais una crítica hacia esos menores que agreden, pero me gustaría hablar acerca de por qué esos menores no agradecen el esfuerzo que cada uno de esos trabajadores hace para que él/ella pueda estar en un centro como ese, que adelanto que no es barato abrir este tipo de centros. 

Un menor, extranjero o nacional, generalmente tiene unas expectativas muy marcadas sobre la vida que va a tener en el momento en el que entre en un Centro de Acogida, dado por la propia sociedad. En el caso de los menores extranjeros, es importante mencionar que, en gran parte de los casos, no buscan vínculos con los profesionales, haciendo que se dificulte el proceso de integración, y tienen un objetivo muy marcado a la hora de ingresar en estas instituciones. Con respecto a los menores nacionales, hablando desde mi experiencia, son los propios familiares los que hacen que nos vean a los profesionales como "los malos de la película", haciendo de nuevo que el vínculo no sea fácil de conseguir, aunque también podemos encontrarnos con menores que, al igual que los extranjeros, tienen objetivos bien fijados que solo esperan poder cumplirlos al dejar de estar en estos centros.

Fuente : Propia
Fuente : Propia

Con todo esto quiero criticar el poco valor que se le da a los profesionales de la Educación Social, eclipsando en ocasiones el dificultoso trabajo que tenemos que llevar a cabo y menospreciando lo que realmente hacemos : reeducar a personas y darles herramientas para una mejoría en su propia vida social y comunitaria. Considero que es importante saber qué hacemos en nuestra profesión y darle la importancia que tiene. Creerme cuando os digo que este trabajo es plenamente vocacional, porque si fuera por dinero pocas personas decidirían tomar nuestra rama.

Quiero dar una voz y decirle al mundo que SER EDUCADOR SOCIAL IMPLICA MUCHO MÁS QUE PASAR TIEMPO DE OCIO CON LOS COLECTIVOS CON LOS QUE TRABAJAMOS, tenemos un trabajo duro emocionalmente hablando y debemos estar preparados para ello.

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